Las campañas políticas son muy habitualmente “sucias”. En aquello no hay novedad y siempre será lamentable ver y escuchar a los futuros Lideres usando parte de su tiempo en demostrar que el rival no solo no sirve sino que ademas es “lo peor” que pude haber para el país.
El resultado ante la ciudadanía, la mayoría de las veces, decepción y genera creciente crítica al sistema y todo lo que lo rodea.
En Chile al menos en los últimos 20 años mas allá de las legítimas diferencias, se había logrado mantener clima de respeto por el rival y por sus actos.
Acuerdos políticos importantes se habian gestado por actores de diversos colores dando estabilidad a las instituciones y por ende al sus gobernados (osea nosotros).
Una de las mayores gracias de la democracias en los países mas antiguos de Europa es que se percibe en las sociedades que TODOS serían capaces de gobernar.
Los matices existen y los énfasis en las políticas también.
Sinceramente aspiro a que como sociedad, todos nosotros trabajemos para dar esa misma VISION de país en que el gobernante será capaz de lograr promover el bien común y mantener la estabilidad de las instituciones.
Para ello las campañas “sucias” en que todos son Acusados de algo van en sentido contrario.
La gente espera novedad y estilo diferente. Cada vez que menciona a su rival se debilita. No solo votan los que son adherentes, los ma importantes son lso que estan en la duda y esos no quieren oir «basura politica».
No es mas culpable el que la inicia, que el que la continua.
¿Presidente YO? 
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